E-mail dirigido a Jenny el 11.08.11



·         Jenny, No puedo creer que seas tan cínica y miserable.‏

De :	luis alfredo burga guzman (luis.burga.g@hotmail.com)
Envoyé :	jeu. 11/08/11 09:15
À :	Terreaux Lausanne (terreaux@moneyand.com); jennynayda@hotmail.ch
Cc :	plainpalais@moneyand.com; cornavin@moneyand.com; Xiomara (xiomara.burga@hotmail.com); Yanira (yanira.burga@hotmail.com)



No comprendo, Jenny

Eres tú quien ha roto nuestro matrimonio. Eres tú que ha destruido nuestro hogar. Eres tú que ha entregado nuestra casa  a otra gente aprovechadora en perjuicio de nuestras hijas y el mío propio. Yo debería estar molesto contigo, sin embargo eres tú quien está molesta. Porqué? Acaso no te ha salido bien tu plan? Ya tienes lo que querías: tu permiso de residencia (tu comodidad), tu “independencia”, te quedaste con mis hijas,  con mis cosas…y encima me odias, como si yo te hubiera hecho algo malo.

Qué te hice yo para que me odies tanto? No debo ser yo quien debería  odiarte a ti por haber destruido la felicidad de nuestras hijas? Las alejas de mi lado con el pretexto de que por tu trabajo debes ir a vivir en Lausanne, eso que te crean los imbéciles. Imaginaba que tú odiabas a nuestras hijas, pero no hasta ese punto. Ahora las mantienes incomunicadas de su papá a quien quieren y seguramente deben querer ver, ya que la última vez que nos vimos fue el domingo 26 de junio. Ese día había una celebración en el colegio de las niñas al cual ellas querían que vaya y yo me comprometí a ir. Ese día a las 10 de la mañana le dijiste a Xiomarita que me llamara para decirme que no vaya a la actividad porque sino “mamá te va a insultar y yo no quiero que te insulte, papá”…qué miserable de mujer, cómo puedes ser tan cruel con una niña de apenas ocho añitos? Te imagino a tí detrás haciendo una mueca de risita característica de la gente cínica. Nada en comparación a lo que sucedió días antes, cuando Xiomarita me dijo entre lágrimas: “mamá me dijo que si no regresaba a casa con ropa nueva me va a pegar…” Lo dijo delante de la señora Zoila que no podía creer lo que escuchaba. Su hermana Yanira también se puso a llorar diciendo “mamá también a mí me pega…” balbuceando algunas cosas más que no pudimos comprender. Si querías que le compre ropa, sólo tenías que decírmelo...!

Se puede llamar madre a esto?  Madre, este estropajo de mujer…?

Qué miserable!  Supongo que cada vez que discutimos debes descargar toda tu ira con las niñas…Pobrecitas ellas.

Ahora entiendo mejor lo que me dijiste hace dos años cuando recién empezaba nuestra ruptura, cuando me pediste que me fuera de nuestra casa y yo te decía que no podía irme pues no iba a abandonar a mis hijas porque las amaba mucho, a lo que me respondiste sin la menor compasión: “tanto las quieres?, pues entonces llévatelas contigo…” y me lo repetiste varias veces: “tanto las quieres?, pues entonces llévatelas contigo…”

Yo hasta ahora no lo puedo creer.

No puedo creer que seas tan cínica y miserable.

Ya sé que quieres el divorcio, está bien…divórciate, consigue un hombre y rehace tu vida…pero déjanos en paz a nuestras hijas y a mí. Yo también estoy rehaciendo mi vida…Qué quieres ahora?  No te es suficiente todas las estupideces que has hecho?  Ya basta. Sigue tu camino y déjanos vivir en paz a mí y a nuestras hijas. Yo estoy cumpliendo con darte la pensión un poco más de lo que dijo el Juez, si no te basta, pues recurre la sentencia, pero no maltrates más a tus hijas.

NO LAS MALTRATES MAS…por favor